Empezar de nuevo en otro país: mi historia de reinvención
Empezar de nuevo no es fácil. No lo fue para mí, y probablemente tampoco lo sea para ti si estás en ese punto de tu vida. Tomar la decisión de emigrar no siempre viene cargada de valentía. En mi caso, vino acompañada de miedo, tristeza y muchas dudas. No era la persona decidida que solía ser, y eso me descolocó por completo.
Dejé atrás mi vida, mis recuerdos y hasta los discos que me gustaban, pensando que la nostalgia sería mi nueva compañera de viaje. Justo cuando me sentía plena profesionalmente, cuando creía haber llegado a mi «top ten», me tocó irme. Así empezó mi historia de emigrar y, sin saberlo aún, mi verdadero comienzo desde cero.
Llegar a España: el inicio de un nuevo capítulo
Aterrizar en Madrid en pleno otoño de 2018 fue como un reflejo de mi estado emocional: paisajes fríos, árboles sin hojas, todo por construir. Y aunque durante mucho tiempo sentí que todo me quedaba grande, poco a poco fui entendiendo algo fundamental: no era empezar de 0, era empezar de nuevo.
Cada lágrima que lloré, cada momento de soledad, se fue transformando en pequeños descubrimientos. Empecé a conocer otras personas, otros cielos, otras costumbres. Y sí, también otros sabores.
Reaprender desde la cocina hasta la carretilla
Nunca fui la gran cocinera de casa, pero vivir lejos te enseña muchas cosas. Desde hacer hallacas con onoto hasta buscar papelón por toda la ciudad para preparar arepitas dulces. Las primeras no me salieron muy bien (mi esposo fue víctima de algunas arepas cuadradas y sin sazón), pero aprendí.
También aprendí a manejar una carretilla, a estudiar de nuevo (a veces en mi área, otras no tanto), y a salir una y otra vez de mi zona de confort. Porque empezar denuevotambién significa adaptarse y evolucionar.
España: una segunda casa y una nueva versión de mí
Este país me ha dado algo valioso: tranquilidad y confianza. Me ha permitido reencontrarme conmigo misma. Hoy disfruto caminar sin miedo por las calles de Madrid, tomarme fotos sin vergüenza y estudiar historia junto a mi hijo (¡he aprendido más que la Princesa Leonor!).
El Parque del Retiro es como mi refugio. Lo recorro como quien se encuentra a sí mismo. Y aunque a veces lo comparo con el Ávila, no lo hago con nostalgia, sino como una forma de mantenerme conectada con mi historia.
Amar dos países sin culpa
Hoy tengo una paellera en casa y también una pierna de jamón junto a una botella de ron Diplomático. Escucho a Rosalía y también a Nacho. Disfruto una tostada con aceite tanto como una arepa de queso.
He aprendido que no hace falta elegir entre un país u otro. Soy venezolana y también española. He estudiado, me he vuelto más independiente y sigo soñando con volver a disfrutar de Margarita, Altamira y esa brisa que rejuvenece.
Empezar de cero es duro, pero posible
Empezar de nuevo no es una debilidad, es una decisión valiente. Puede doler, asustar o costar, pero también es una oportunidad para redescubrirte, reconstruirte y encontrar nuevas formas de felicidad.
Hoy agradezco lo vivido, lo aprendido, y lo que aún está por venir. Porque cada paso, cada cambio, cada esfuerzo… ha valido la pena.
¿Estás pensando en empezar de nuevo?
No estás sola. No estás solo. Emigrar y empezar de nuevo es un camino difícil, pero no imposible. Con información, apoyo y ganas, puedes transformar la incertidumbre en nuevas oportunidades.
