Él es Gabriel, de Guarenas, Estado Miranda. Se graduó de derecho en Margarita. Vino a España con una mano adelante y una atrás.
Practicó tenis por 20 años en Venezuela. Su vida se ha transformado en un partido que nunca pensó iba a jugar. En un reto, en una cancha diferente. Él sabe que es una segunda oportunidad. Él sabe que un partido se gana punto a punto.
A un venezolano que recién esté llegando le diría que todo llega con el tiempo, hay que tener paciencia porque las cosas simplemente van llegando.
Ha aprendido a cultivar la paciencia, a ser más humano. A estar cerca de la red esperando la pelota. Sueña con estabilizarse para hacer un postgrado en manejo de deportes y sabemos que lo logrará.