Gracias a Dios que iniciaron la fundación porque no tienen idea cómo me ha impactado.
Esta es mi historia:
- Llegué a Madrid en 2020. Covid, encierro. En ese encierro me sale una publicidad de la fundación y me registro en su página.
- Febrero 2021. Me llega una notificación de Código Venezuela informando sobre las becas para un máster en la UEMC. Digo: esta es mi oportunidad, un máster con prácticas y así puedo entrar en alguna empresa donde pueda comenzar a ganar experiencia aquí en España.
- Mayo 2022. Entro a hacer prácticas en una empresa en Madrid. Me dejan trabajando allí (subcontratada) y comienza una aventura a nivel técnico que jamás hubiese imaginado. A pesar de los buenos resultados y fallos mínimos en mi trabajo no lograba que me pasaran a corporativa. Decidí, en diciembre de 2023, que era hora de apostar, dejar el miedo y ver cómo podía moverme en este mercado laboral que todavía estoy conociendo.
- Inicios de marzo 2024. Estoy en Instagram y veo un post de Código Venezuela sobre el programa Tent Partnership for Refugees para mujeres que quieran impulsar su carrera. Lleno el formulario de inscripción y en menos de 2 semanas ya tenía asignada una coach: la gran Eva Esquivias, experta en orientación laboral, en realizar CVs y en conocer empresas. En nuestra primera conversación (que duró 2 horas) dijo: te tienes que convertir en la campeona de la búsqueda. Y así fue. Estuvimos desde el 15 de marzo trabajando en el CV, viendo empresas, ofertas, palabras claves, qué era lo más conveniente para mí y sobre todo: aprender a contar qué hacía para llevarlo al nuevo rol que estaba buscando.
La aproveché tanto que el resultado ha sido el siguiente:
El 12 de junio comienzo una nueva aventura laboral en el puesto que YO QUIERO: Document Controller en Sener Ingeniería (la empresa que hizo el césped retráctil del Santiago Bernabeu y que tiene proyectos de todo tipo y en todo el mundo), con mejor sueldo, beneficios, 26 días de vacaciones, entre otros y especialmente no voy a estar subcontratada.
Creo que más punta no he podido sacarle a las oportunidades que brinda la fundación. Mis ganas y sus herramientas han sido el match perfecto en esta aventura, aún queda mucho por hacer y siento mucha emoción por lo que viene por lo que seguro en un futuro seguiré contándoles más cosas.
Gracias, gracias, gracias.
Gracias a tí, Delismar. Fue lindo conocerte en el Taller de Bienestar Emocional para migrantes. Gracias por expresar tu agradecimiento a través de esta carta tan bonita.
Otra vida transformada. Otra venezolana que encuentra una oportunidad.