Francisco ganó una beca para estudiar un Máster Universitario en Derecho Comercial Internacional, gracias a nuestra alianza con UNIR, la Universidad en Internet.
Francisco comparte con nosotros su experiencia como migrante y el impacto que ha tenido en su vida el haber recibido esta oportunidad:
«Emigrar y seguir estudiando en España: ¿qué te espera?
¡Migrar a España es difícil! Todo proceso migratorio implica una ruptura. Una ruptura con el pasado, con la familia, con nuestra vida anterior, con quienes creíamos ser y con nuestro proyecto de vida en Venezuela. Un proyecto por el cual trabajamos tanto y que lamentablemente, a pesar de todos nuestros esfuerzos, se tornó inalcanzable. Cuando ya has decidido emigrar y piensas en España, ¿a qué te enfrentas?
Este país te dará sorpresas. Encontrarás un impresionante número de amistades españolas con mucho cariño para los venezolanos. Españoles cuyos primos están casados con criollos y conocen bien lo que es una cachapa; sobrinos del tío español que emigró a Duacas y que montó una quincallería en ese pueblo; viajes y enamoramientos en Margarita cuando todavía existía Viasa. Las conversaciones con los baby boomers y la generación X española (sobre todo aquellos mayores de 50 años) te arrojarán perspectivas increíbles de una gente autocrítica y orgullosa de sus lazos con las Américas. Como bien dice un familiar, mientras más conoces a los españoles, más entiendes de dónde vienes y por qué eres como eres. Hacer amistades en España es como reencontrarte con tus primos lejanos.
Estabilizarte en este país toma tiempo. En algunos casos, esta realidad exige ampliar tus perspectivas académicas, debido a que tu carrera venezolana puede no tener reválida u homologación. Comenzar de cero, con limitaciones económicas y trámites inmigratorios hace la cuesta más compleja.
En este contexto, la labor de fundaciones tales como Código Venezuela generan un impacto digno de admiración. No exagero al comentarles el cómo esta organización me ayudó a mantener un importantísimo grado de estabilidad emocional, en el momento en el cual más lo necesitaba: perseguir estudios académicos mientras limpiaba mesas en un restaurante
madrileño, en mis primeros meses de inmigración. Las adversidades no nos pueden hacer olvidar lo que y quienes somos.
A Código Venezuela, mis profundos agradecimientos.Con cariño»
Gracias Francisco, por tus palabras.
Otra vida transformada. Otro venezolano que encuentra una oportunidad.
